Los 70 años de la marca Obut
70 años de herencia, compromiso y pasión
Desde 1955, OBUT es mucho más que un fabricante de bolas de petanca. Es una aventura humana, un saber hacer francés y una marca con la mirada puesta en el futuro.
Bienvenidos a nuestra página dedicada a los 70 años de la marca OBUT.
Esta página irá evolucionando a lo largo del año, como un cuaderno de viaje. Haz clic, explora, redescubre...
70 años en el corazón del juego
La petanca es mucho más que un juego: es una herencia viva que se transmite de generación en generación.
En OBUT, desde hace 70 años, cultivamos este arte de vivir donde se encuentran la convivencia, la alegría y el espíritu deportivo.
Cada partida se convierte en un momento valioso, un vínculo entre generaciones, una tradición compartida a lo largo del tiempo.
Coffret Prestige ATX
Una edición exclusiva creada para celebrar los 70 años de excelencia de la marca.
Fabricada en una serie limitada, encarna el saber hacer de alta gama de OBUT combinado con un diseño refinado.
Un objeto de colección pensado para los apasionados, los estetas… y los tiradores excepcionales.
70 años marcan un hito
Un momento único para contar lo que fuimos, lo que somos y lo que queremos construir juntos para el mañana.
A través de relatos, rostros y objetos, esta página es la memoria viva de OBUT, y el punto de partida de un año aniversario que promete ser inolvidable.
Sigamos transformando cada partida en un momento único, lleno de emoción y de compartir.
Romain Souvignet
Hacia el futuro – Una marca anclada en su tiempo y orientada hacia el mañana
En 2025, OBUT sigue avanzando, fiel a sus raíces pero con la mirada puesta en el futuro.
Este portal refleja también nuestro compromiso: sostenible, local y auténtico.
Los 70 años de la marca no son un final, sino un nuevo comienzo. Un compromiso renovado por una petanca más accesible, más responsable y más viva.
Estamos evolucionando nuestros procesos de fabricación para ser más respetuosos con el medio ambiente, destacando el saber hacer local y fomentando a las nuevas generaciones de jugadores y jugadoras.
Porque el carreau más bonito… quizás aún esté por llegar.
